Novillada manejable y justa de fuerzas de Cebada Gago en la que Aarón Infantes se encontró con el lote con menos opciones. Víctor Cerrato mostró su entrega y capacidad en ambos novillos cortando tres orejas y el mexicano Bruno Aloi pagó con sangre una tarde de valor y entrega.
Arrancó la tarde el torero de Ciudad Real, Aarón Infantes con un novillo al que no le sobraban las fuerzas, pero con un fondo de nobleza que le hacían querer empujar en los vuelos de la muleta. Infantes hizo un esfuerzo por agradar al público pero la faena no llegó a tomar vuelo. Mató de estocada y escucho silencio.
Con el cuarto de la tarde, Aarón abrevió la faena al de Cebada, un animal que volvió a manifestar la falta de fuerzas y emoción en los viajes, escuchando silencio.
Víctor Cerrato, vino a Los Molinos a por todas. Arrancó un bello saludo por verónicas después de recibir al de Cebada con dos largas cambiadas muy ajustadas y rematar el recibo con el capote a una mano. Después de pasar por el caballo, Cerrato arrancó una faena en la que hubo dos partes. Una primera en la que el torero afianzo a base de técnica los primeros viajes por el pitón derecho a un novillo que no estaba sobrado de fuerzas. Posteriormente, ya con la izquierda consiguió los mejores muletazos, siempre largos y profundos por abajo con remates de pecho llevando muy toreado al novillo. Mató de estocada entera y consiguió cortar una oreja.
Con el novillo más serio de la tarde, Cerrato volvió a demostrar la capacidad de un novillero cuajado en una faena basada en una técnica bien aprendida. Víctor cuajo al novillo en una faena pulseada, manejando los tiempos entre las tandas y en la que no hubo violencia en los toques para conseguir alargar los finales del animal. Los mejores muletazos llegaron por el izquierdo, con trazos largos de principio a fin. Faena inteligente, de menos a más, fue creciendo en intensidad y emoción, con un público y novillo totalmente entregado a la faena del madrileño. Mató de una estocada fulminante que dejó rodado al novillo y le fueron concedidas las dos orejas de forma unánime.
El mexicano Bruno Aloi, demostró desde el minuto uno la personalidad que atesora como torero. Con una firmeza de plantas y un concepto vertical del toreo, el mexicano toreo a su primero de Cebada de forma templada, especialmente por el pitón izquierdo. Torero y faena de valor seco, alcanzó el punto álgido en los muletazos por el pitón derecho intercambiados por pases cambiados por la espalda en un ápice de terreno y casi sin mover las zapatillas. Puso al público en pie pero la tardanza en acabar con el novillo dilató el posible premio que el público pidió para el torero. Saludó una ovación.
Con el sexto de la tarde, Bruno quería acompañar en la salida a hombros a su compañero Víctor Cerrato. Después de parar con el capote al de Cebada, inicio la faena en el centro de la plaza con varios pases cambiados por la espalda.
Toreo de forma magistral por el pitón derecho a base de dejar la muleta en la misma cara del animal y ligar las tandas. Con un novillo que como sus hermanos manifestó la falta de poder, Aloi apostó por pegarse un arrimón con el astifino animal, dejándose llegar los pitones al mismo estomago varias veces.
Metió al público en el canasto y queriendo asegurar las orejas ganadas se tiró recto a matar al de Cebada resultando cogido. Aún así, quiso volver el mexicano a la cara del toro con la cornada manando sangre por la pierna, pero sus compañeros se lo llevaron en volandas a la enfermería. Cortó dos orejas de peso que fueron llevadas por los miembros de su cuadrilla a la enfermería.
PARTE MÉDICO:
Cornada de quince centímetros en el muslo derecho, que llega hasta al hueso y lo contunde, sin afectación de vasos importantes.
Dr. García Padrós
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros Los Molinos. Novillada con picadores de la ganadería de Cebada Gago.
Aarón Infantes (silencio y silencio)
Víctor Cerrato (oreja y dos orejas)
Bruno Aloi (ovación y dos orejas)
FOTOS: El Rey Toro